Ayer 24 de marzo se hizo público que se encontraron once fetos dentro de frascos y vasijas en una casa alquilada en Panamá Viejo.
El hallazgo se dio luego de que un jardinero realizaba movimientos de tierra.
El Ministerio Publico acudió al lugar para retirar los fetos, a la vez empezó una investigación.
Trascendió que el antiguo inquilino era un santero y realizaba ritos con restos humanos.
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Por tal razón las Asociaciones Religiosas Culturales Yoruba de Panamá ILÉ NIFÁ AWOTÚWOOSÍ, inscrita el 6 de abril del 2017 y OMOTEKUN OKANBI DE PANAMÁ, inscrita el 17 de noviembre 2017, emitieron un comunicado, ya que sostienen que en redes sociales y medios de comunicación alegaba que un practicante de la tradición Yoruba residía en el lugar meses atrás, dejando en tela de duda los ritos de las religiones mencionadas.
Es nuestro parecer, que primordialmente debemos hacer un llamado a la paz social y a el respeto mutuo entre todos los habitantes de nuestro país, y reiterar el derecho a la libertad de culto que consta en el artículo 35 de nuestra carta magna: Artículo 35. Es libre la profesión de todas las religiones, así como el ejercicio de todos los cultos, sin otra limitación que el respeto a la moral cristiana y al orden público. Se reconoce que la religión católica es la de la mayoría de los panameños. Sin embargo, rechazamos cualquier acción que no cumpla con las leyes, decretos y demás normativas de la República de Panamá, por lo cual no apoyamos el uso, manipulación o profanación de cuerpos humanos.
Por último, queremos incitar a nuestros miembros y a toda la comunidad religiosa Yoruba a siempre cumplir con las leyes, decretos y demás normativas de la República de Panamá, es claro y evidente que en la medida que cumplamos con esto, podremos exigir a la comunidad en general el respeto a nuestras prácticas religiosas.
El Signo de Ifá Ika Fun nos enseña: Babaláwo (y demás practicantes) no debe tener malas intenciones con sus semejantes. No se debe pedir el mal para nadie en los rezos y ritos Babaláwo (y demás practicantes) no debe romper tabúes.
No se debe ir contra los designios de la práctica religiosa y las normas.